Visión Estratégica Operativa

La propuesta de la Visión Estratégico Operativa (VEO) busca reflejar esta dialéctica, es decir, este diálogo que como personas e instituciones tenemos con la vida y los procesos históricos que la conforman.

Lo estratégico nos remite al largo plazo, a la visión de conjunto sobre todas las áreas, al ejercicio de revisión de las situaciones externas del contexto (temporal y espacial), a la previsión de los marcos (legales, políticos, sociales) de referencia para emprender acciones.

 

Lo operativo nos habla del corto plazo, de las problemáticas y situaciones específicas y puntuales que conlleva una acción, se basa en datos duros, en el análisis interno de lo que mueve a la persona u organización. Desde lo operativo se establecen políticas, protocolos, normativas. Implica la evaluación de las acciones implementadas.

La visión es lo que une ambas perspectivas, en el sentido de que es la mirada la que percibe lo que ocurre en la realidad y al procesarlo desde las emociones, ideas y sueños puede plantear una acción a corto plazo previendo una meta que se cumpla en el mediano y largo plazo.

En esta versión actualizada la VEO integra el Sistema de Lineamientos para las Escuelas Maristas (SILEM), como instancia de concreción que busca hacer vida los principios y valores expresados en ella, tanto estratégicos como operativos. De tal manera que iluminen la gestión, los procesos institucionales, las acciones y las actitudes de los miembros de las comunidades educativas maristas.

Los maristas, hermanos, laicas y laicos de la Provincia de México Central, hacia el año 2026:

 

1.1 La obra marista evangeliza educando haciendo vida la premisa evangélica fundamental de la pedagogía del amor, el afecto, la ternura y la misericordia heredadas de Marcelino Champagnat y los primeros hermanos. En fidelidad a esto nos distinguimos porque las obras y comunidades educativas.

1.2 Nuestras escuelas y obras de misión son espacios intencionados de aprendizaje donde promovemos sistemáticamente la construcción de conocimientos y el desarrollo de capacidades y valores, a partir del reconocimiento y respeto de la dignidad humana, que llevan al compromiso y al discernimiento de la vocación personal para la definición de un proyecto de vida orientado al bien común, la felicidad, la construcción de la comunidad eclesial; así como al respeto y cuidado de la vida y la Naturaleza.

1.3 Orientamos nuestros procesos formativos a través de un Proyecto Educativo Pastoral construido desde un análisis de la realidad para generar transformaciones que den respuesta a las necesidades detectadas a nivel social, comunitario y personal, teniendo como referentes los valores del Reino, el carisma y la misión marista.

 

2.1 Los colaboradores maristas, inspirados en la experiencia de La Valla, nos asumimos como Comunidad Educativa Local, insertos en una Comunidad Marista Global; por ello, nos organizamos mediante estructuras flexibles, congruentes, justas, colaborativas, participativas, propositivas y comunitarias; promoviendo el empoderamiento de las personas y el bien común.[/caption]

2.2 La Comunidad Educativa articula su intencionalidad y quehacer mediante su Proyecto Educativo Pastoral integrado desde la lógica de planeación estratégica, con programas actualizados, secuenciales y progresivos de los diversos ámbitos de formación para favorecer una gestión pertinente orientada a la educación integral de las personas, que responda a las necesidades y demandas socioculturales de la región.

 

3.1 Desde todas las instancias locales y provinciales, educamos hacia una ciudadanía activa, crítica, propositiva y corresponsable, garantizando y acompañando espacios, mecanismos y estrategias intencionadas y concretas de participación y protagonismo infantil y juvenil, como componentes indispensables de los procesos educativo-evangelizadores y de la Pastoral Juvenil Marista (PJM).

3.2 Los educadores y colaboradores de las obras maristas: padres, maestros, personal administrativo, de apoyo y directivo, dando ejemplo a los estudiantes que acompañamos, asumimos nuestro propio protagonismo reflexionando y recreando el quehacer educativo-evangelizador en la vida de la comunidad educativa y el ámbito público.

4.1 En la Provincia garantizamos el trabajo orgánico en la Misión educativo-evangelizadora, dirigiendo nuestras obras bajo Modelos de Gestión definidos, asumidos por todos, en los ámbitos académico, pastoral y administrativo.

4.2 En las obras maristas trabajamos sistemática e integralmente los procesos de aprendizaje fundamentados en el modelo humanista social cognitivo o la propuesta de educación popular, como sustento teórico pedagógico que busca dar respuesta a las necesidades e intereses de los alumnos, integrando los contenidos con la vida, el ser con el hacer y la evaluación con el aprendizaje.

4.3 En nuestra Misión sistematizamos y documentamos las prácticas educativas-evangelizadoras para que puedan ser evaluadas, compartidas y difundidas en diversos medios y aprovechadas como herramientas en la formación, sensibilización y retroalimentación de nuestro ser y quehacer.

 5.1 Nacidos de una experiencia de solidaridad (acontecimiento Montagne) intencionamos procesos educativos-evangelizadores que tengan como horizonte el modelo de solidaridad transformadora. Esto se hace posible desde la vivencia de la propia espiritualidad apostólica marista mediante la implementación de enfoques educativos transversales: el enfoque de derechos de los niñas, niños, adolescentes y jóvenes; la inclusión; el protagonismo y el buen vivir, concretados en el quehacer académico-pastoral y la gestión-administración institucional.

5.2 A ejemplo de Marcelino, “nos entregamos por completo a la educación de los niños sea cual sea la situación en la que se encuentren”1 por ello diseñamos, operamos y colaboramos en proyectos específicos que busquen transformar las situaciones de injusticia personal y estructural.

5.3 Las obras maristas proponemos experiencias progresivas y significativas de sensibilización y compromiso social por medio de programas concretos, elaborados con visión evangélica, que parten del análisis de la realidad, instrumentados dentro o fuera de la Comunidad Educativa y evaluados sistemáticamente.

5.4 Todos los proyectos, programas y actividades en las obras maristas son planeadas y desarrolladas para hacer vida la inclusión y el respeto a la diversidad desde la participación y cooperación; permitiendo el empoderamiento de cada uno de sus miembros, acorde a sus aptitudes, habilidades y al servicio que presta.

5.5 Nos comprometemos en la promoción, protección y defensa de los Derechos Humanos, especialmente, de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, al interior y exterior de nuestras obras, como respuesta congruente a nuestra Misión.

6.1 Somos comunidades educativas que promovemos la urgente necesidad de transformar los estilos de vida actuales a otros que sean acordes con el respeto, cuidado y defensa de los derechos de las personas y la madre tierra; desde nuestras obras generamos y acompañamos programas provinciales y locales que tengan esta intencionalidad, dirigidos a los diferentes actores de nuestras obras y a otras personas interesadas.

6.2 Como Provincia y como obras contamos con fuentes de financiamiento diversificadas, acordes a los lineamientos provinciales y autorizados por las instancias competentes, las cuales nos permiten hacer viable el sostenimiento, mantenimiento y crecimiento de nuestras obras, especialmente aquellas que por su naturaleza no son autosustentables, pero que nos permiten estar entre los niños y jóvenes menos favorecidos y más necesitados

6.3 Los responsables de los diferentes niveles de la gestión de las obras desarrollamos y aplicamos diversas políticas internas: educativas, sociales, ambientales, estructurales, organizacionales y financieras, que fortalecen nuestro compromiso social y el cuidado de la casa común.

7.1 Los programas de formación permanente para todo el personal, difundidos a nivel provincial o local; son orientados para hacer vida la pedagogía marista, consolidar la identidad y sentido de pertenencia, reflexionar sobre la realidad de nuestros niños y jóvenes y profesionalizar el quehacer como formadores y evangelizadores entre ellos.

7.2 Seguros de que las personas son lo más importante, se torna imperativo contar con estrategias de acompañamiento, seguimiento, evaluación y retroalimentación a los colaboradores en la misión que ayuden a consolidar su vocación, su crecimiento personal y sus competencias profesionales inspiradas desde la pedagogía y espiritualidad marista.

7.3 Fieles al pensamiento y actuación de Marcelino Champagnat, que pone al centro el mayor bien de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, las obras educativas promueven la constante renovación de sus procesos educativos y favorecen el desarrollo del pensamiento crítico, creativo e innovador entre los miembros de la comunidad educativa.

7.4 Las estructuras organizacionales y los estilos educativos responden a las necesidades y realidades emergentes de los niños y jóvenes por lo que son constantemente revisados, consciente y audazmente renovados de acuerdo los factores del contexto y de la propia obra educativa y fuera de ella.

Ubicación del Modelo Humanista Sociocognitivo

Grupos Especiales Maristas “GEM”

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Encuentros Maristas de Creación Literaria

Creaciones literarias de jóvenes de preparatoria que, mediante el cuento, la poesía y el ensayo se revelan y se rebelan.

Con propuestas sostenibles

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