Se hace eco de la llamada del XXI Capítulo general (2009) a “convertirnos en expertos y defensores de los derechos de los niños y jóvenes en los foros públicos”, y del XXII Capítulo general (2017) a “abrir los ojos de nuestros corazones y escuchar su clamor; promoverlos, protegerlos y defenderlos y empoderarlos como agentes de transformación”.

Además, este documento se alinea con las recomendaciones de la I y II Asambleas Internacionales de Misión Marista (MIMA I y II), que nos instaban a “ampliar las oportunidades de los niños y jóvenes maristas para participar en la toma de decisiones, fortalecer su liderazgo y animarles a actuar”, y a “ser reconocidos como profetas con voz para la defensa de sus derechos en los foros políticos y sociales.”

El documento pretende vigorizar el compromiso colectivo de garantizar, promover, proteger y defender los derechos de los niños y jóvenes, situando en el centro de nuestra práctica educativa y pastoral su derecho a expresar “libremente su opinión en todos los asuntos que les afecten y a que se tenga debidamente en cuenta” (Art. 12, Convención sobre los Derechos del Niño). 

El documento proporciona recursos informativos y formativos a las personas que comienzan su andadura en la defensa de los derechos de los niños y los jóvenes, capacitándolas como agentes de cambio. Sobre todo, busca inspirar y fortalecer prácticas que promuevan la participación de niños y jóvenes en diversos contextos de la misión marista. El Instituto Marista espera que este esfuerzo sirva como fuente de esperanza y entusiasmo para desarrollar mejores formas de apoyar a los niños y jóvenes como individuos con derechos.